En el negocio de las flores, la entrega no es solo logística; es parte de la experiencia del cliente. Al cliente no le importa de dónde viene el ramo; lo importante es que sea fresco, hermoso y se entregue a tiempo. Es en el último kilómetro —el último kilómetro desde la tienda o almacén hasta la puerta del cliente— donde un negocio enfrenta los mayores costos y riesgos.
¿Por qué la última milla es un tramo tan caro?
La última milla en floristería es la etapa final y más desafiante de la entrega. Es donde se concentran todos los factores que incrementan los costos y generan riesgos para el negocio.
- Personalización de cada entrega. A diferencia de los productos de consumo masivo (ropa, cosméticos), las flores no pueden empaquetarse en una caja estándar y pasarse a la cadena de suministro general. Cada pedido requiere un embalaje individual, una manipulación cuidadosa y un mensajero dedicado. Esto encarece el proceso y lo hace menos escalable.
- La rapidez es una expectativa clave. Los clientes rara vez están dispuestos a esperar varios días por un ramo. Con frecuencia, se requieren opciones de "el mismo día" o "en 2-3 horas". Esto requiere contratar mensajeros adicionales y ajustar rápidamente las rutas. Durante las temporadas altas de vacaciones (14 de febrero, 8 de marzo, Año Nuevo), la carga de trabajo se multiplica, y es durante estos días que los costos de envío alcanzan máximos históricos.
- Imprevisibilidad de la ruta. Una simple entrega del punto A al punto B en una floristería se convierte en una misión imposible: atascos, un cliente que no abre la puerta, cambios de dirección de última hora. Cada desviación de este tipo supone un desperdicio de tiempo, combustible y recursos humanos, que no se pueden calcular con precisión con antelación.
- Fragilidad y sensibilidad del producto. Las flores requieren condiciones especiales de transporte: control de temperatura, ramos bien sujetos y un embalaje cuidadoso. Un error del mensajero puede arruinar un ramo en minutos. Esto requiere bolsas y cajas especializadas, así como la capacitación del personal.
- Altos niveles de mano de obra. Si bien algunos procesos de almacén (clasificación y embalaje) pueden automatizarse, la última milla depende casi por completo de la mano de obra humana. Un mensajero no es solo un "repartidor", sino la imagen de la empresa, crucial para la experiencia del cliente. Su trabajo es costoso, y los errores lo son aún más.
- Falta de economías de escala. A mayor número de pedidos, menor coste unitario de entrega en la logística tradicional. Pero con las flores, ocurre lo contrario: un aumento en el número de pedidos equivale a un aumento en el número de mensajeros, lo que implica mayores costos. Incluso las grandes cadenas se enfrentan al hecho de que la última milla no escala tan fácilmente como las ventas.
Según estudios realizados por empresas de logística, la última milla puede representar entre el 40 % y el 55 % de los costes totales de envío. Para las pequeñas floristerías, esto es especialmente significativo: el margen se reduce en el último kilómetro.
Cómo optimizar la última milla en floristería
1. Planificación adecuada de rutas
- Utilice servicios de enrutamiento (Yandex.Routes, Routific, Locus).
- Cree grupos de entrega óptimos por distrito.
2. Repartidores internos vs. externalización
- Los repartidores internos conocen mejor el producto y la marca → mayor calidad del servicio.
- La externalización es más económica en temporada baja, pero conlleva el riesgo de perder el control.
- Un modelo combinado es la mejor opción.
3. Franjas horarias para los clientes
- La posibilidad de elegir horarios de entrega reduce el número de viajes sin pasajeros.
- Horarios de mensajería más predecibles.
4. Minialmacenes y puntos de recogida
- En las grandes ciudades, las tiendas oscuras y los puntos de recogida son convenientes.
- Reducen las distancias y los costos de entrega.
5. Uso de la tecnología
- Seguimiento del repartidor en línea en tiempo real.
- Notificaciones automáticas para los clientes.
- Aplicaciones para repartidores (enrutamiento, entrega de fotos).
6. Crear soluciones en caja
- Arreglos fáciles de transportar.
- Mini ramos o embalajes resistentes para el transporte.
Ejemplos de optimización
- En Moscú, los estudios que implementaron la planificación de rutas mediante software especializado redujeron los costos de envío entre un 20 % y un 25 %.
- En las regiones, se populariza un modelo híbrido: mensajería interna durante las temporadas altas de vacaciones y entrega subcontratada el resto del tiempo.
- Las tiendas que ofrecen recogida en tienda con una bonificación (por ejemplo, un 5 % de descuento) reducen la carga de entrega y aumentan la fidelización.
El futuro de la floristería de última milla
- Los drones y los mensajeros robot aún parecen futuristas, pero ya se están realizando pruebas.
- Entregas combinadas. Flores, dulces, regalos y comestibles en un solo paquete.
- Modelos ecológicos. Mensajeros en bicicleta y vehículos eléctricos para reducir costes y mantener la imagen.
- Máxima transparencia. Los clientes siempre pueden ver dónde está su pedido y evaluar la calidad del servicio.
Conclusión
La última milla es el eslabón más costoso y vulnerable del envío de flores, pero influye en la impresión que el cliente tiene de la marca. Una estrategia de rutas inteligente, una combinación de formatos y la implementación de tecnología ayudan a reducir costos y a mantener un alto nivel de servicio.
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